No hay dudas: el comercio electrónico llegó para quedarse. Desde la masificación de internet, hacia los años noventa, no ha hecho otra cosa que crecer. Y no hay región del mundo donde el e-commerce crezca tan rápido como en Latinoamérica: en el 2020, se estima que la cantidad de ventas online aumentó casi un 37%, incluso mientras las ventas totales caían en picado.
Hoy en día, el negocio del comercio electrónico en América Latina mueve alrededor de 80.000 millones de dólares por año. Ningún emprendedor sensato querría quedarse afuera de una porción del mercado tan grande.
Sin embargo, también es cierto que se trata de una tecnología relativamente nueva, y que suele traer muchas incógnitas: ¿De qué trata el comercio electrónico? ¿Cómo hago para empezar? ¿Es seguro?
Esas dudas son más que razonables. Por eso queremos ofrecerte este artículo, con todo lo que siempre quisiste saber sobre comercio electrónico y nunca te atreviste a preguntar.
Comercio electrónico: definición, bases y principios
Es muy común escuchar hablar de ventas online, marketing digital y tiendas en línea, y dentro de toda esa charla puede ocurrir que se pierda lo más importante: ¿En qué consiste el comercio electrónico realmente? Lo cierto es que el e-commerce es tan diverso como el comercio físico, por lo que no es fácil resumirlo en pocas palabras.
Con eso en mente, podríamos proponer la siguiente definición de comercio electrónico: cualquier actividad económica que permita la venta de productos y servicios a través de medios digitales. Por supuesto, el término “medios digitales” incluye desde páginas web hasta aplicaciones específicas, pasando por redes sociales particulares y plataformas dedicadas al e-commerce.
En última instancia, el comercio electrónico es cualquier acuerdo de compraventa que ocurra a través de medios digitales. Se basa, como el comercio físico, en el intercambio de bienes y servicios, solo que supone algún tipo de intervención por parte de un medio informático.
Características del comercio electrónico
El concepto de comercio electrónico supone ya algunas características. Son particularidades que se desprenden de participar del maravilloso mundo de internet, que, como ya sabemos, ha revolucionado la forma en que entendemos la economía. Algunas de estas características son:
Es inmediato
En el e-commerce, las transacciones son prácticamente instantáneas: alcanzan un par de clicks para completar una venta. Esto facilita muchísimo el comercio, cosa que, por supuesto, también lo estimula. Los compradores jóvenes lo prefieren por esto, pero no son los únicos. Se calcula que en el último año, más de dos mil millones de personas incursionaron en la compra online. ¡Eso es más que un cuarto de la población mundial!
Es global
Una tienda física suele estar limitada a una región, incluso a un único vecindario. Depende de que los compradores se acerquen al comercio, lo que reduce su alcance. En cambio, gracias a la interconexión que brinda internet, una tienda online puede ofrecer sus productos a todo el mundo. Hoy en día, con un buen aparato de distribución, prácticamente no hay lugar al que el comercio electrónico no pueda llegar; alcanza con pensar en los gigantes del e-commerce como Amazon o Alibaba, que ofrecen envíos internacionales sin mayores problemas.
Es cómodo
¿Qué mejor que comprar desde tu hogar y a través de tu teléfono? Para los consumidores, el comercio electrónico es increíblemente cómodo. No solo ofrece transacciones sencillas y amigables, sino que también permite comparar precios y productos con facilidad. La oferta del mundo online es mucho mayor que la que podría haber en cualquier comercio físico.
Beneficios del comercio electrónico
Si el mercado electrónico no para de crecer, no se debe solo a que es cómodo para los clientes. También es un gran negocio para los vendedores, porque ofrece muchos beneficios novedosos. No hace falta ser una multinacional para aprovechar las ventajas del e-commerce: cualquier comercio mediano o pequeño está en condiciones de explotar esta oportunidad. Entre otras cosas, el comercio electrónico trae los siguientes beneficios:
Menor inversión
Cualquier comerciante sabe el esfuerzo que significa montar una tienda física. Requiere elegir un local conveniente, pagar un alquiler y servicios, contratar nuevos empleados… por solo nombrar algunas cosas. En cambio, montar una tienda online es muy sencillo: puede hacerse en un día, desde una laptop, y hay muchas plataformas que lo hacen sin costo. Eso significa que una tienda online puede ofrecer aproximadamente los mismos beneficios que una tienda física ¡por una fracción del costo!
Acceso a más consumidores
El consumidor medio no suele desplazarse mucho para hacer sus compras. Todos preferimos viajar lo menos posible: requiere tiempo, esfuerzo y no tiene ninguna garantía de éxito. Eso significa que cualquier tienda física está circunscripta a una región en particular, de donde obtiene la mayor parte de sus clientes. En cambio, una tienda online permite romper esa barrera y extender muchísimo la zona de influencia de un comercio. Y ya sabemos lo que eso significa: más consumidores.
Atención 24/7
La venta online nunca duerme. El botón de compra de una página web está siempre disponible, ya sean las cuatro de la tarde o las cuatro de la mañana. Ese tipo de disponibilidad sería muy cara de mantener en una tienda física, pero en el mundo del e-commerce no es una excepción, sino la norma.
Alcance global
Según el Banco Mundial, alrededor de 800 millones de containers son transportados de puerto en puerto cada año. Estamos hablando de una cantidad de carga enorme, que viaja prácticamente sin parar de país a país. El mundo nunca estuvo tan conectado como ahora, y eso significa también que nunca fue tan fácil vender con alcance global. Hoy en día, cualquier comercio tiene la posibilidad de enviar sus productos a clientes dispersos alrededor del globo. Y el e-commerce es en gran parte responsable de esto.
Información sobre tus consumidores
Esta es quizás la ventaja más menospreciada del comercio electrónico, pero probablemente sea a la vez la más importante. El siglo XXI parece destinado a convertirse en el siglo de la información. Las empresas más grandes del mundo —Google, Amazon, Facebook o Apple, por nombrar algunas— son sobre todo grandes máquinas de procesar datos. Tener información sobre tus clientes puede enriquecer enormemente tu comercio: saber qué tipo de personas compran tus productos, de dónde provienen, qué opiniones tienen sobre ellos, cómo llegaron hasta ti. Todos esos datos retroalimentan el negocio, y permiten mejorar la eficiencia y la productividad.
Tipos de comercio electrónico
Existen muchas categorías de comercio en línea. El criterio para dividirlas es muy sencillo: quién le vende a quién. Para eso, se toman en cuenta tres tipos de actores, las empresas o negocios (business), los consumidores (consumers) y el gobierno (government). La conexión entre estos actores se representa con el número dos, como reemplazo del “to” en inglés, que en este caso significa “a”. Teniendo eso en cuenta, los tipos de comercio electrónico más importantes son:
B2B - Business to business
Este tipo de e-commerce está integrado por negocios que le venden a negocios. Hablamos aquí de proveedores de maquinaria o infraestructura, mayoristas y demás comercios similares. Frecuentemente, la empresa que recibe los productos luego se los vende a los consumidores.
B2C - Business to consumers
El business to consumers es el tipo de comercio electrónico que incluye todo tipo de venta a un usuario final, también llamado “consumidor final”. Es quizás el modelo de e-commerce más difundido, pero de ninguna manera el único.
B2G - Business to government
Los negocios también pueden venderle al gobierno o a entidades gubernamentales. Este tipo de transacción no suele darse a través del e-commerce, porque suele ser bastante más burocrática, pero últimamente ha estado creciendo.
C2C - Consumer to consumer
Una especie de actualización de la típica venta de garage o el mercado de productos usados. Los consumidores, después de usar algún producto, lo ofrecen vía online a otros consumidores.
G2C - Government to consumer
Los gobiernos también pueden ofrecer bienes o servicios. Cuando sus compradores son usuarios finales, estamos ante un caso de G2C.
G2B - Government to business
Los negocios también pueden comprarle al gobierno o entidades gubernamentales. Esto es muy común en el campo de los servicios, que en muchos países tienen una fuerte influencia estatal.
Las mejores plataformas de comercio electrónico
Un negocio que desee embarcarse en el e-commerce tiene muchas formas de hacerlo. Puede diseñar su web, crear su propia aplicación o incluso hacerlo únicamente a través de redes sociales. Sin embargo, probablemente la forma más popular sea a través de plataformas especializadas, que le ofrecen a los negocios una forma rápida y sencilla de crear su propia tienda online.
Alguna vez ya hablamos sobre las mejores plataformas de comercio electrónico. Si quieres una lista más detallada, te recomendamos que revises el artículo entero. Aquí nombramos solo las más conocidas:
Shopify
Shopify es una empresa canadiense especializada en comercio electrónico. Su interfaz es muy intuitiva, por lo que no exige ningún tipo de conocimiento previo; en tan solo unos minutos, puedes montar tu propia tienda online. Quizás por eso es tan popular: ¡más de un millón y medio de negocios de todo el mundo usan Shopify! Aunque la plataforma es paga, ofrece una prueba gratis de catorce días,
Tiendanube
En Latinoamérica, Tiendanube es una de las opciones más populares entre los comercios medianos y pequeños. Es sencilla, amigable y barata, y ofrece una prueba gratis de hasta treinta días. Además, es una plataforma estable, que no suele tener problemas de funcionalidad, y se la puede integrar fácilmente con distintas redes sociales.
WooCommerce
WooCommerce es la opción de código abierto más popular en el mundo del e-commerce. Es básicamente la adaptación al comercio electrónico de WordPress, un programa más conocido por sus blogs. WooCommerce es gratuito, lo que lógicamente significa que no tiene un gran servicio de atención al cliente, pero lo cierto es que suele funcionar muy bien. Además, ofrece a cambio algo casi igual de valioso: una enorme comunidad de usuarios dispuestos a responder todas tus inquietudes. Aunque la versión gratis es completamente funcional, también es posible complementarla con extensiones pagas.
Mercado Shops
MercadoLibre, uno de los gigantes del comercio electrónico de América Latina, también ofrece una manera de crear tu propia tienda online. Lo interesante de esta opción es que forma parte de un servicio integral, que incluye herramientas como Mercado Envíos, Mercado Pago, y Mercado Ads. En este caso, el servicio es gratuito, pero exige a cambio una comisión por cada venta.
¿Es seguro el comercio electrónico?
Una de las grandes preocupaciones alrededor del e-commerce es la seguridad. Es lógico, considerando que es un sistema nuevo, en constante cambio, y que sigue siendo poco familiar para muchas personas. Todos escuchamos hablar alguna vez, aunque sea lateralmente, de las muchas estafas que circulan por internet: el phishing, el reshipping, el fraude amistoso, el account takeover y tantas otras más.
Sin embargo, el comercio electrónico seguro no es una utopía. De hecho, cualquier negocio está en condiciones de tomar algunas medidas al respecto, como usar contraseñas seguras o aplicar protocolos SSL. Quizás lo más importante sea alojar la tienda online en una plataforma segura y reconocida, que tenga sus propias medidas de seguridad.
A su vez, en vistas a que el fraude electrónico ha aumentado en los últimos años, cada vez más negocios eligen contratar un servicio antifraude que garantice la seguridad de sus ventas electrónicas. De esta forma, se evitan pérdidas y disgustos, se agilizan las operaciones y se cuenta con el asesoramiento de profesionales en el tema.
Marketing digital: una introducción
Ya hemos hablado de cómo una tienda online es mucho más fácil y barata de montar que una física. La contracara de esto, por supuesto, es que es más difícil de encontrar. Una tienda física está en una calle, a la vista de todos. Sus clientes potenciales pueden pasar por delante, mirar el escaparate y entrar. En cambio, una tienda online está sumergida en el océano de internet. Allí nadie llega por casualidad.
Por eso el marketing digital es una parte tan importante del comercio en línea: es la principal forma de conseguir nuevos clientes. Existen muchísimas estrategias, tradicionales o innovadoras, pero nosotros elegimos concentrarnos en las cuatro más accesibles:
SEO
SEO es un acrónimo por Search Engine Optimization, lo que significa algo así como ‘optimización de motor de búsqueda’. Se llama así al conjunto de estrategias destinado a mejorar la posición de un sitio web en los buscadores más populares, como Google o Bing.
La idea es aparecer entre los primeros resultados cuando un potencial cliente busca algo en internet. Por supuesto, existe la opción de pagar para figurar primero —esos dos o tres resultados que Google ofrece al inicio de cualquier página de búsqueda—, pero el objetivo del SEO es hacerlo de manera orgánica. Para eso, se aprovecha la forma en que los buscadores automáticamente rankean sus resultados. Como el algoritmo toma en cuenta muchos elementos, el SEO incluye también estrategias bastante diversas: desde hacer la web accesible, hasta aumentar la cantidad de links en sitios afines y fomentar el uso de ciertas palabras clave.
Marketing de contenidos
El marketing de contenidos es un pariente muy cercano del SEO. La idea es crear material interesante para los usuarios, como pueden ser blogs, ebooks o podcasts. Esos productos aumentan el tráfico en los portales del negocio, generando una tracción que mejora su posicionamiento. Además, si los contenidos son de calidad, le dan una imagen positiva a la marca.
Email marketing
Informar a tus clientes de las nuevas ofertas, o en general de cualquier tipo de novedades sobre tu negocio, puede ser una buena estrategia. Para eso sirve el email marketing: crea una audiencia y la mantiene interesada, cosa que siempre aporta a la prosperidad de un negocio. Hoy en día es muy común que las empresas tengan su propio newsletter periódico, a través del cual informan a sus clientes de todo lo que necesitan saber.
Redes sociales
Las redes sociales son una gran aliada del e-commerce. Existen alrededor de 3800 millones de usuarios activos de redes sociales, ¡la mitad de la población mundial! Además, la media de uso entre los usuarios activos está por sobre las dos horas diarias. Eso significa que las redes sociales son, hoy por hoy, el aparador más grande del mercado.
Existen muchas formas de promocionarse en este medio. Se puede, por supuesto, pagar publicidad, cosa que ayuda a visibilizar el perfil de la empresa. Sin embargo, para aumentar la cantidad de seguidores también es necesario publicar con frecuencia y mantener un alto nivel de interacción con la audiencia.
Cómo iniciarte en el comercio electrónico
Ya hemos hablado mucho de qué es el comercio electrónico, cuáles son sus ventajas y qué conocimientos implica. Está claro que montar una tienda online no es difícil y está al alcance de cualquier emprendedor que desee potenciar su negocio. Para ello, solo necesita tener en cuenta estos pasos, que ya estuvimos repasando en detalle:
- Elige tus productos.
No hace falta subir todo el catálogo a la tienda online. A veces, menos es más; el comercio online muchas veces funciona a través de nichos. Aprovecha entonces esta oportunidad para repasar tu stock y decidir bien qué quieres mostrar. - Piensa en la logística.
Antes de empezar a vender en tu tienda online, tienes que hacerte una pregunta: ¿cómo haré para garantizar el abastecimiento? Puedes usar el correo, una compañía de envíos privada o incluso una flota propia, pero el asunto de la distribución siempre es fundamental. Dependiendo de la escala de tu negocio, puedes llegar a necesitar incluso almacenes regionales o puntos logísticos. A su vez, esto también se extiende al trato con tus proveedores: una comunicación fluida con ellos puede reducir tus gastos en inventario y acelerar todo el proceso. - Monta tu tienda en una plataforma de confianza.
Ahora que ya tienes claro qué vas a vender, y cómo vas a manejar la logística, es hora de armar tu tienda virtual. Asegúrate de usar una plataforma reconocida, que te dé funcionalidad, flexibilidad y confianza. - Garantiza tu seguridad.
El mundo del comercio electrónico puede ser peligroso. Ocúpate de cumplir aunque sea con los mínimos requisitos de ciberseguridad y, de ser posible, busca la ayuda de expertos. El laboratorio de Fortinet estima que, solo en la primera mitad del 2021, ¡en Latinoamérica hubo más de 90 mil millones de ciberataques! - Define tu campaña de marketing.
Como ya dijimos, para que el comercio electrónico sea rentable es necesario hacer un poco de marketing digital. Evalúa tus recursos, piensa una estrategia sostenible y comienza con la difusión.
Conclusiones
El comercio electrónico es de los sectores más dinámicos de la economía. Esta nueva forma de hacer negocios ha crecido muchísimo en los últimos años, afectando a prácticamente todos los rubros. En Latinoamérica, el e-commerce es cada vez más popular, y nada indica que eso vaya a cambiar en el futuro próximo.
Montar una tienda virtual tiene enormes beneficios: asegura alcance global y atención las veinticuatro horas, todo con una inversión muy baja. Además, permite a los emprendedores obtener nueva información sobre sus clientes y productos, cosa que les permite aumentar su eficiencia y mejorar la productividad. Las plataformas especializadas en e-commerce hacen que todo esto sea aún más sencillo, al punto que hoy en día cualquier negocio puede expandirse al mercado electrónico en tan solo unos minutos.
Eso sí: para que este cambio sea rentable, es importante desarrollar estrategias de marketing digital y tomar recaudos en materia de ciberseguridad. Con esto en mente, ¡ya puedes aprovechar las ventas en línea!
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